Por Isis Fierro
La diabetes es una enfermedad crónico-degenerativa, lo que significa que puede controlarse, aunque no tiene cura definitiva.
Esta se presenta cuando existe una alteración en el metabolismo de los carbohidratos, donde la glucosa o azúcar no se utiliza adecuadamente para la producción de energía y se derivada de múltiples factores, algunos modificables y otros no, relacionados con los hábitos, la herencia y la raza.
En algunos casos, la diabetes puede llegar a la remisión, pero requiere disciplina y cambios profundos en el estilo de vida.
Sus tipos
Existen varios tipos de diabetes. La tipo 1 es de origen autoinmune; en este caso, las células del páncreas atacan a otras células del mismo órgano. Esta enfermedad puede presentarse a distintas edades, con picos entre el primer año de vida, los 4 y 15 años.
También están la diabetes tipo 2, la más común, provocada por resistencia a la insulina; la gestacional, que aparece durante el embarazo; la monogénica, exclusiva de alteraciones genéticas; y la secundaria al páncreas exocrino, asociada a procesos como la pancreatitis.
La doctora Nora Araujo, especialista del Centro Médico de Especialidades (CME), explica que esta enfermedad tiene una fuerte carga genética y de raza, pero también está estrechamente ligada a los hábitos cotidianos.
“Hay dos factores que influyen, uno de ellos es la raza, es una cuestión que traemos de herencia, los latinos tenemos una predisposición alta”, comparte la doctora Araujo, añadiendo que el sedentarismo y la alimentación alta en carbohidratos son algunos de los factores que influyen para su desarrollo.

¡Cambia tu estilo de vida!
El tratamiento de la diabetes se centra en el plan alimenticio, la actividad física y, en algunos casos, el uso de medicamentos.
La especialista recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio por semana, y agrega que los ejercicios de fuerza y resistencia son los que más ayudan a mejorar la resistencia a la insulina.
Para detectar la resistencia a la insulina, uno de los principales indicadores es la obesidad. “La obesidad es un factor de riesgo preponderante para la presentación de diabetes tipo 2”, comparte.
Los síntomas pueden variar, pero suelen ser notorios. “Son sumamente específicos pueden ir desde que te sientes cansado, sin ánimos de hacer nada, deprimido, puede disminuir tu agudeza visual, que estés orinando mucho, que tengas mucha sed o que incluso tengas mucha hambre y otro signo en las mujeres son las irregularidades menstruales, asociadas con pacientes que tengan sobrepeso u obesidad”, explica.

Una diabetes mal controlada puede provocar complicaciones graves, como enfermedades cardiovasculares, infartos, insuficiencia renal crónica, neuropatías, y otras alteraciones neurológicas o motoras que dificultan la movilidad.
La doctora Araujo también señala que la visión médica sobre la diabetes tipo 2 ha evolucionado. “Hoy la teoría respecto a la diabetes tipo 2 ha cambiado y es que hay una enfermedad que viene atrás, que se llama obesidad. Nosotros al tener la oportunidad de controlar la grasa que tenemos, con el control de peso, adecuado y sano, tenemos muy buenas posibilidades de que la enfermedad se controle e incluso remita”, comparte.
Finalmente, la especialista hace un llamado a la conciencia y a la acción: invita a las personas a adoptar cambios en el estilo de vida, mantener un equilibrio alimenticio y no olvidar la importancia de la salud mental como parte esencial del bienestar integral.

El dato
Desde el año 2007, el Día Mundial de la Diabetes es representado por un círculo azul que simboliza vida, salud y unidad de la comunidad global ante esta enfermedad crónica que afecta a millones de personas a nivel mundial.