La mayoría de las veces pensamos que la felicidad se encuentra en las cosas materiales y que al sentir cierta satisfacción al adquirirlas creemos que será para siempre, pero termina por pasar.
Un estudio demuestra que gran parte de nuestra vida hemos estado equivocados: la felicidad no está en las cosas que compramos, en cuánto dinero tenemos en nuestra cuenta bancaria o en la forma en la que vestimos; la podemos encontrar en las personas que nos rodean.
La investigación fue realizada por Moran Cerf, un neurocientífico de la Universidad de Northwestern y los resultados no solo tienen qué ver con lo bien que te sientes con tus amigos, tu pareja, tus compañeros de trabajo o tu familia, sino en cómo su forma de ser modifica tu comportamiento.
Si dos personas están cerca, sus ondas cerebrales comenzarán a “alinearse” en el mismo sentido.
“Esto significa que la gente con la que te relacionas tiene un impacto en tu compromiso con la realidad más allá de lo que puedas explicar, y uno de los efectos es que te vuelves igual”, explica Cerf.
Para que logres encontrar la felicidad, debes sumarlo a la cantidad de decisiones que tomes. Para ello, necesitas eliminar aquéllas que sean pequeñas y que no afecten tu vida, por ejemplo, elegir un platillo del menú de tu restaurante favorito.
La conclusión del estudio es que, entre menos decidas y te rodees de gente que tenga cualidades que tú admires o sientes que te hacen falta, como no vivir estresado, serás más feliz.