A la hora de hablar de una vida saludable siempre escuchamos sobre la buena alimentación y los hábitos positivos a los que debemos someter a nuestro cuerpo, pero nunca pensamos en el cuidado y nutrientes que necesita el cerebro para lograr el bienestar que tanto queremos.
Sobre esta situación, el chef y neurólogo Miguel Sánchez Romera, autor del libro “Alimenta bien tu cerebro”, afirma que cualquier alimento que mejore la vida de tu corazón, así como la circulación, también beneficiará al órgano que se encuentra dentro de nuestra cabeza.
Sabiendo lo anterior es que debemos aumentar el consumo de ciertos productos que nos ayuden a mantener una perfecta función cerebral, como por ejemplo:
Aguacate. Rico en grasas monoinsaturadas saludables, vitamina E y fibra, éste disminuye la presión arterial, la inflamación y previene problemas neurodegenerativos.
Arándanos. Además de increíbles antioxidantes, estos frutos evitan o retrasan enfermedades degenerativas del cerebro como el Alzheimer, mientras que la vitamina C que poseen disminuye los niveles de lípidos y optimizan el funcionamiento de las neuronas.
Avena. Desayunar avena diariamente nos ayuda a mejorar la concentración y el rendimiento, así como a controlar los niveles de azúcar y colesterol, que a la vez provocan una buena salud cerebral, sin mencionar que también es ansiolítica, combate el estrés y otros problemas del sistema nervioso.
Chocolate. Una onza de chocolate puro diario mejora la memoria y salud cerebral, aumenta el flujo sanguíneo de este órgano y mejora la función cognitiva.
Coles verdes. El brócoli, la coliflor, el repollo y las coles de Bruselas, protegen al cerebro de las agresiones de los radicales libres, esto gracias al sulforafano, un antioxidante con propiedades neuroprotectoras que preservan la integridad de la barrera hematoencefálica.
Otros
A parte de los alimentos descritos, existen otros que debemos consumir diariamente para lograr el funcionamiento de nuestro cerebro al 100 por ciento, como por ejemplo el huevo, del cual la yema beneficia a la memoria, como también lo hacen las nueces, que favorecen el aprendizaje a corto plazo y tienen un ligero efecto antidepresivo. Las nueces son ricas en omega 3, omega 6 y vitamina E, esenciales para la función neuronal.
Precisamente el omega 3 también lo encontramos en alimentos como el salmón, el atún o las sardinas, eficaces contra el deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer o el párkinson.
Y por último no olvidemos el tomate, que previene los accidentes cardiovasculares gracias al licopeno, la sustancia responsable de su color rojo.
