¿Te ha tocado ver en las redes sociales, televisión o internet; que durante una conferencia, junta de trabajo o en las clases en línea, el espacio donde se encuentra alguna de estas personas, no es el ideal? En esta ocasión, se hablará sobre la importancia de tener un espacio personal y propicio para poder realizar la función que desempeñas, sea ésta como docente, estudiante, empleado, tu propio jefe o simplemente, tener una comunicación con amigos o familiares.
La contingencia por la Covid–19 ha traído nuevas maneras de interactuar con el mundo que nos rodea. Se ha impulsado a aprender a manejar la tecnología como nunca se había previsto. Desde niños de nivel preescolar hasta los abuelos, se vieron en la necesidad de utilizar herramientas que antes no eran vistas como esenciales.
Algo muy notorio, es observar el aumento de las ventas de computadoras, sean estas de escritorio o portátiles, y tabletas; además de escritorios y sillas para éstos. No quiere decir que la pandemia ha hecho al ser humano un ser sedentario, sin embargo, es una realidad que pasamos más tiempo frente a un dispositivo inteligente. Por esta razón, es esencial que el lugar donde se pasan varias horas al día, esté acondicionado para brindar confort durante este tiempo.
Un espacio propio es un lujo para muchos, no obstante, hay formas de adaptar un lugar cómodo, sin tener que ampliar o remodelar tu hogar.
- Iluminación adecuada. Si la luz que entra es natural, excelente, sino, una iluminación cálida ayuda a no cansar la visión.
- Orden ante todo. El lugar de trabajo debe inspirar a permanecer ahí, por lo tanto, es indispensable que los artículos, herramientas, dispositivos y cosas que se utilicen, estén a la mano.
- Un toque de personalidad. Teniendo en cuenta que se estará en dicho espacio por horas, es muy importante sentirse a gusto y decorar el espacio con elementos que reflejen nuestra personalidad.
- Lejos del tránsito. En ocasiones es imposible escaparse de los ruidos exteriores, y aunque muchas plataformas y aplicaciones cuentan con filtros para la disminución de los sonidos molestos como los ladridos de tu mascota, aviones que pasan cerca o la mamá que le grita; busca un rincón donde las interrupciones auditivas sean poco comunes.
- Comodidad ante todo. La silla del comedor o el reclinable que tanto adoras, no son opción. Invierte en una buena silla. Existe una gran variedad y de distintas gamas, no es necesario aquella que incluye bocinas en el respaldo si no eres gamer o youtuber. Consigue una al alcance de tu bolsillo, tus posaderas y espalda te lo agradecerán.
Por Carlos A. Rodríguez
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