Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Crujiente por fuera y suave por dentro, el macaron es todo un símbolo de la repostería francesa.
Elaborado a base de almendra molida, clara de huevo y un sinfín de rellenos, cada 20 de marzo celebra su día internacional.
Este festejo fue instituido en 2005 por el llamado ‘Picasso de los pasteles’, el francés Pierre Hermé en conjunto con la asociación que congrega a la élite de la pastelería francesa Relais Desserts.
Su iniciativa tiene una noble causa que consiste en recaudar fondos para la caridad, los cuales surgen de las ventas que realizan diversas pastelerías alrededor del mundo, mismas que los preparan con sabores, aromas y colores inéditos cada año.
De raíces italianas
El macaron, descrito por Hermé como el ‘Dior’ de los postres, es un gran estandarte de la alta repostería francesa, pero se dice que su origen fue en Italia y más tarde fue llevado a París, para ser más exactos, a comienzos del siglo XVI por Catalina de Médici y sus chefs pasteleros, quienes realizaron el primer macaron en 1533.
Originalmente no tenía un relleno, pero a finales del siglo XX la casa repostera de lujo Ladurée creó la receta que conocemos hoy en día: galleta doble y rellena.
Pistacho, frambuesa, limón, vainilla, pistacho, chocolate, caramelo, mora azul, fresa, mango, naranja, avellana y café son algunos de sus sabores clásicos.
Curiosidades
- En la década de 1830 se les conocía como mazapanes
- Era el postre favorito de la reina María Antonieta
- En la ciudad de Montmorillon en Francia, existe un museo en su honor
- Louis-Ernest Ladurée, fundador de Ladurée, decidió añadir un toque de color para diferenciar cada sabor
- Al día se venden más de 15 mil macarons
- En su libro ‘Macarons’ el prestigioso Pierre Hermé reúne recetas únicas de este postre, entre ellas el de caviar cítrico, regaliz y violeta; chocolate y whiskey pure malt; compota de fresa y crema de wasabi