24 noviembre, 2024

Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Cada persona posee un estilo de aprendizaje. Al identificarlo y comprenderlo podrás ampliar tu experiencia educativa y el resultado se reflejará en tus calificaciones. Visual, auditivo y kinestético son tres de ellos, ¿cuál es el tuyo?

1. Visual

Tienden a hablar muy rápido y a interrumpir conversaciones. Aprenden rápidamente viendo un diagrama o una tabla que resume información. Necesitan de tiempo y un espacio especialmente diseñado para estudiar. Cuando visualizan conceptos o tratan de recordar procesos es muy usual que lo hagan a través de imágenes. Toman notas muy detalladas.

Consejos:

  • Es muy útil que dibujen o subrayen la información relevante que necesitan recordar
  • Copiar todo lo que aparece en el tablero
  • Usar frases o resumen de ideas en forma de diagramas
  • Tomar notas y hacer listas cortas que resuman los pasos
  • Usar códigos de colores, formas y convenciones para resaltar información a la hora de tomar apuntes

2. Auditivo

Tiende a explicar las cosas de manera despaciosa y muy detallada. Son personas que escuchan naturalmente, tienden a repetir las cosas en silencio y son pensadores de forma lineal, son personas que leen despacio y prefieren escuchar las cosas en vez de leerlas.

Consejos:

  • Usar asociaciones de palabras para recordar hechos y textos
  • Grabar las lecturas y mirar videos
  • Repetir las cosas que quieran aprender con los ojos cerrados
  • Grabar las notas después de escribirlas

3. Kinestético

Por lo general son las personas que hablan más despacio, aprenden haciendo y resolviendo problemas aplicables, les gusta usar las manos para explicar las cosas, no pueden quedarse sentados en un sitio por mucho tiempo ya que se ponen inquietos. Suelen tomar pequeños descansos mientras estudian y tienen la atención dispersa.

Consejos:

  • Tener periodos cortos de estudio
  • Tomar clases que sean prácticas
  • Utilizar juegos de memoria y cartas de retención de imágenes para aprenderte las cosas más fácilmente

Encontrar tu estilo te ayuda a…

  • Reconocer la información inmediatamente cuando la recibes y te ahorra tiempo tratando de absorberla.
  • Descubrir cuáles son las mejores y más eficientes formas para estudiar.
  • Entender qué tipo de exámenes se te van a facilitar y cuáles pueden resultar más difíciles.
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