Por Marisol Rodríguez /Fotos: Internet
Con su peculiar sentido del humor, el caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino, conquistó al mundo.
El creador de la inolvidable Mafalda, falleció el pasado 30 de septiembre a los 88 años como consecuencia de un accidente cerebrovascular en Buenos Aires, dejando un gran vacío e imborrable legado de crítica y reflexión política, económica y social, a través de su pluma.
Leyenda de las tiras cómicas, Quino -llamado así desde pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín Tejón- nació un 17 de julio de 1932 en Mendoza, Argentina.
Desde temprana edad descubrió su vocación, gracias a la influencia de éste, con quien vivió desde los 15 años, tras perder a su madre por cáncer y a su padre, tres años más tarde, a causa de un infarto.
Quino empezó a estudiar Bellas Artes en Mendoza pero harto del clasicismo de la academia, a los 18 se mudó a la capital, Buenos Aires, donde buscó trabajo en periódicos, revistas y agencias de publicidad; a los 22, consiguió la primera publicación de uno de sus dibujos en la revista Esto es y más tarde, publicó viñetas políticas en Rico Tipo.
Mafalda
Su icónico personaje, la irreverente Mafalda, nació cuando un amigo lo presentó a una agencia publicitaria que buscaba un dibujante para la campaña de Mansfield, marca de electrodomésticos de la empresa Siam Di Tella.
El objetivo era crear una historieta sobre una familia de clase media que usara sus productos y el nombre de la protagonista debería empezar con ‘Ma’ como la marca.
En su mente Quino dio vida a Mafalda y la llevó al papel, al final la campaña no se realizó pero eso no sería todo para esta peculiar niña; cuando un amigo le ofreció publicar un trabajo en la revista Primera Plana, el caricaturista se las presentó y el 29 de septiembre de 1964 vio por primera vez la luz.
En casi una década, el artista publicó mil 928 tiras protagonizadas por el personaje de ficción más popular de su país.
Las viñetas sobre la pequeña de ideas progresistas también fueron compiladas en libros y traducidas a más de 35 idiomas.
La última historia de Mafalda, sus padres, su hermanito Guille y sus amigos Felipe, Susanita, Miguelito y Manolito, se publicó el 25 de junio de 1973.
Reconocimiento mundial
En 2014 se conmemoraron 50 años de la creación de Mafalda y su autor fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, una de las mayores distinciones culturales del mundo hispano.
También recibió la Orden Oficial de la Legión de Honor, el galardón más importante que otorga el gobierno francés a un extranjero.
Uno de los más recientes que obtuvo, en 2019, fue el Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Cuyo.
La lista de reconocimientos es grande, como lo fue Quino y su magia en el mundo de la caricatura.
10 frases que nos dejó para reflexionar, a través las historietas de Mafalda
- “¿No sería más progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?”
- “Ya que es tanto lío cambiar las estructuras… ¿no se podrá por lo menos darles una pintadita?, ¿o ni eso?”
- “Al final, ¿cómo es el asunto?, ¿uno va llevando su vida adelante, o la vida se lo lleva por delante a uno?”
- “La vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil”
- “Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no probamos amarlos los otros a los unos?”
- “Si vivir es durar, prefiero una canción de los Beatles a un long play de los Boston Pops”
- “Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría”
- “Es curioso, uno cierra los ojos y el mundo desaparece”
- “A fin de cuentas, la humanidad no es nada más que un sándwich de carne entre el cielo y la tierra”
- “Algunos me aman por ser como soy, otros me odian por la misma razón, pero yo vine a esta vida a tratar de ser feliz ¡no a complacer a nadie!”
¿Sabías que…?
En una de las pocas entrevistas que concedió, reveló que odiaba ir al colegio, por lo que se identificaba con el personaje de Felipe, el amigo de Mafalda que sufría por ir a la escuela.