Solo estás experimentando astenia primaveral, un padecimiento más común de lo que crees.

¿Qué es?

La palabra astenia literalmente significa falta de fuerza (griego), por lo que se utiliza para hacer referencia a la fatiga tanto a nivel emocional como física y psicológica, que en algunas personas, sobre todo en mujeres de mediana edad, se intensifica durante las primeras dos semanas de la primavera.

Lo anterior debido a que es en esta época que varían las fluctuaciones en la temperatura, así como el número de horas de luz solar a las que estamos expuestos, provocando cambios hormonales en el organismo.

Con la llegada de la primavera también se alteran los niveles sanguíneos, la serotonina y las endorfinas, y aumenta la liberación de melatonina que favorece el sueño.

La combinación de las situaciones mencionadas hace que el cuerpo consuma cantidades importantes de energía, favoreciendo la sensación de cansancio, debilidad y somnolencia, que se hacen más intensos, por si fuera poco, debido a que nos encontramos en pleno cambio de horario.

¿Cómo combatirla?

Para superar rápidamente este trastorno, no es necesario un tratamiento psicológico o farmacológico, solo debemos cambiar algunos hábitos de nuestra rutina.

Por ejemplo:

1. Dieta saludable, prestando especial atención en aquellos alimentos que aporten mucha energía a nuestro cuerpo, también elimina todo aquello que pueda catalogarse como hipercalóricos y beber al menos 6 vasos de agua diarios.

2. Realiza algún ejercicio físico de intensidad moderada, como caminar mínimo 30 minutos al día, esto ayudará a liberar endorfinas.

3. Duerme 8 horas diarias y regulariza todos tus horarios con el fin de estabilizar los ritmos circadianos y favorecer la adaptación del cuerpo a los cambios de hora.

4. Dale espacio a pasatiempos que además de la fatiga, alivien síntomas como la tristeza o la falta de motivación. Si lo prefieres medita, entra en una bañera con agua caliente, respirar lenta y profundamente o simplemente relájate para acabar con la ansiedad.