Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Más allá de cumplir con la función de expresión entre una o más personas, la escritura se ha convertido en un medio para sanar cuando se practica de una forma terapéutica.
La doctora en educación, psicóloga y maestra en comunicación Betsabé Ruizesparza Flores comenta que “lleva a la persona a desenredar nudos emocionales, a desarrollar nuevas ideas, a la toma de decisiones, aumenta su creatividad e inteligencia emocional”.
Esta técnica es una forma sana de vaciar todo lo que sentimos, “las letras dicen mucho de la carga emocional que tengamos con nosotros”.
¿Cuándo ponerla en práctica?
El mejor momento para escribir, de acuerdo a la especialista, es por la noche, ya que nos permite reflexionar sobre todo lo ocurrido en el día, tanto de las experiencias positivas y negativas como de las decisiones que tomamos, lo que nos ayuda a trazarnos metas y estar al tanto de nuestra inteligencia emocional.
Y al practicarla antes de dormir, “puede evitar el insomnio, ya que en las páginas vaciamos todo aquel pensamiento latente en nuestra cabeza y logramos un mejor descanso”.
Existen personas que sienten la necesidad de escribir a lo largo del día, lo cual también es muy válido.
“No tenemos que ser grandes escritores para llevar a cabo esta técnica, solo basta papel y lápiz para dejarnos llevar de una manera sana”, finaliza.
5 tipos
Diario de gratitud
Se enfoca en agradecer lo que se tiene, recordar pequeños y maravillosos detalles de la vida. Escribe 10 a 15 minutos antes de ir a la cama.
Escritura libre
Es la técnica más antigua y consiste en anotar todos lo que desees en cualquier momento del día.
Diario de emociones
Una forma muy sanadora para expresar todas las emociones que experimentas, ya sean positivas o negativas.
Páginas mañaneras
Justo después de levantarte, tómate un tiempo para escribir tres páginas sin parar con lo primero que llegue a tu mente, esto atraerá la inspiración en el resto de la jornada.
Bullet Journal
Te ayudará a llevar un control preciso de tus actividades. Elabora listas de pendientes, sueños, planes e incluso, de las compras. No olvides acompañarlas de viñetas de colores.
El dato
Escritura terapéutica no es un término casual, expresa la especialista, “viene del psicoanálisis, de un discípulo de Carl Jung llamado Ira Progoff, el cual llevaba un diario como método intensivo de terapia para después hacer reflexiones sobre lo escrito, logrando el desarrollo personal del paciente”.