Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Si existiera un sinónimo para Tom Brady, indiscutiblemente sería excelencia. Siempre en la mira de todos, por sus éxitos, polémicas y desiciones, el mejor quarterback en la historia de la NFL juega su décimo Super Bowl y va por su séptimo anillo de campeón.
Esta vez, el originario de San Mateo, California, busca la gloria en la edición 55 ante los Jefes de Kansas City, vistiendo la playera de los Bucaneros de Tampa Bay, equipo al que llegó el verano pasado, tras pasar veinte años con los Patriotas de Nueva Inglaterra.
A sus 43 años, contra todo pronóstico de quienes lo quieren retirar por su edad, Brady es el primer mariscal de campo que alcanza el Super Bowl en tres décadas diferentes y el cuarto en conducir a dos franquicias a la gran final.
Sobre la idea de obtener su séptimo título, ha destacado que sería un logro de todo el equipo y no de un jugador, “no es sobre mí, sobre Tom Brady, es sobre los Bucs. Lo que podemos conseguir. Estamos a un solo partido del mayor objetivo de este deporte”.
Su historia en el americano
Desde pequeño el jugador sintió un llamado por esta profesión y en parte se debió a su asistencia a innumerables partidos de los 49ers de San Francisco, donde fue testigo del mejor pase en la carrera de Joe Montana, llamado ‘The Catch’.
Años después, hizo el intento de ser parte de dicha escuadra pero no tuvo éxito y tras egresar de la preparatoria, se le presentó la oportunidad de jugar béisbol, al ser elegido en el draft de la MLB por Montreal. Al final el futbol americano ganó y el resto es historia.
Un amor vigente
En el año 2000, Brady fue seleccionado en la sexta ronda del draft por los Patriotas, equipo con el que pasó dos décadas de su vida y forjó la exitosa carrera que tiene hoy en día.
Su amor por la institución y por los aficionados que por años llevaron con admiración el número 12 en el dorsal de sus playeras, sigue vigente.
“Cada vez que cambias de equipo no sabes cómo va a ir, pero ha habido un apoyo increíble de todos los fanáticos de Nueva Inglaterra. Fueron dos décadas increíbles de mi vida y siempre tendré presencia allí”, ha expresado.
El apodado G.O.A.T. (Greatest of All Time, que se traduce como El más grande de todos los tiempos), agregó que “es realmente genial que mi viaje futbolístico me lleve a otro lugar, a jugar para un equipo diferente, pero aún así tener un apoyo increíble”.
La familia, su inspiración
Para Brady uno de sus principales motores e inspiración para alcanzar su sueños es la familia.
Fue criado en un hogar lleno de amor, donde aprendió mucho de su madre, padre y hermanas, “mi madre es probablemente la persona más dulce que he conocido en mi vida. Mi papá es muy cariñoso y empático. Mis hermanas eran muy competitivas. Aprendí mucho de ellas”, ha expresado.
Desde hace once años el jugador está casado con la top model brasileña Gisele Bündchen, con quien tiene dos hijos: Benjamin Rein y Vivian Lake; de su primera relación con Bridget Moynahan, nació su primogénito John Edward Thomas.
Los tres son su gran orgullo y comparten su pasión por el futbol americano, un deporte que lo llena de gloria, dentro y fuera del emparrillado.
5 cosas que no sabías
- El golf es otra de sus pasiones.
- Ha participado en las películas ‘Stuck on You’, ‘Ted 2’ y ‘Entourage’.
- Su ‘guilty pleasure’ es el helado de aguacate con chocolate.
- Ama los deportes extremos como el surf.
- Es aficionado de los autos de lujo, en su colección destacan un Aston Martin DB11, Aston Martin Vanquish S Ultimate, Rolls-Royce Ghost, Audi R8, Ferrari 458 Italia y Bugatti Veyron, entre otros.
