Sandra Chávez / Foto: Archivo
Como cada último miércoles del mes de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, el cual fue instituido por la federación internacional que representa la enfermedad y que tiene como objetivo unir a la comunidad y compartir experiencias, al mismo tiempo de concientizar y hacer campaña en apoyo a quienes la padecen.
En este 2019, será el próximo 29 de mayo cuando se lleven a cabo algunas actividades alrededor del mundo con el fin de dar a conocer la mayor información posible sobre este mal degenerativo y crónico del sistema nervioso, la cual es de origen autoinmune y afecta al cerebro y la médula espinal.
Cómo se desarrolla
Según la información que da a conocer Fundación GAEM, creada por pacientes diagnosticados con Esclerosis Múltiple, ésta ocurre cuando “el sistema inmune ataca a la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas o neuronas. La mielina se deteriora y presenta cicatrices, conocidas como esclerosis, entonces aparece la inflamación”.
Debido a lo anterior, agregan que los impulsos nerviosos que circulan por las neuronas se ven entorpecidos o interrumpidos, lo que termina por afectar fuertemente al organismo, que a su vez se muestra de diferentes maneras en cada persona, por lo que también este padecimiento es llamado como “la enfermedad de las mil caras”.
Síntomas
Dependiendo de la localización, la extensión, la gravedad y el número de las lesiones o cicatrices, es que se muestran los síntomas, aunque los más comunes son pérdida de la visión, dolor, fatiga y disminución de la coordinación, es importante mencionar que algunas personas no presentan señales durante gran parte de su vida, mientras que otras pueden tener graves síntomas crónicos desde el principio, mismos que nunca desaparecen.
Desarrollo
La esclerosis múltiple suele ocasionar dolor en la espalda y ojos, temblores en las manos, dificultad para caminar, calambres, debilidad muscular, espasmos musculares, incapacidad de movimiento o movimientos involuntarios, músculos rígidos, problemas de coordinación, reflejos hiperactivos, rigidez muscular o torpeza.
Además mientras se va desarrollando va aumentando la fatiga, la intolerancia al calor, mareos, poco equilibrio, así como hormigueo, ardor y la sensación al tacto, entre otras características que por si fuera poco se unen a la depresión.
Tratamiento
Tanto las causas de la enfermedad como su tratamiento son diferentes en todas las personas, por eso es que no todas las medidas funcionan igual en cada paciente, además de que en algunos casos tienen efectos secundarios importantes que hay que valorar conjuntamente con el médico especializado, sin embargo las soluciones que más se intentan son: la fisioterapia y los medicamentos que inhiben el sistema inmunológico, quimioterapia, ejercicio físico, fisioterapia, acupuntura, y hasta ayuda psicológica.
+
Es una enfermedad que aparece entre los 20 y los 40 años y es más frecuente en mujeres, habitualmente hay dos mujeres por cada hombre afectado.