Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet

Ligeras, llenas de nutrientes y aliadas en la depuración y tonificación del organismo, las fresas son una fruta básica en tu alimentación.

Estas se caracterizada por su brillante tono rojo, aroma y sabor irresistible; además, son muy ricas en minerales, especialmente en hierro y magnesio.

Las fresas se componen hasta en un 91 por ciento de agua, son una gran fuente de antioxidantes y su aporte de calorías no supera las 50 por cada 150 gramos.

Otros de sus nutrientes son la fibra dietética, vitaminas C, E, y K, folato o vitamina B9, potasio, manganeso, fósforo, hierro y cobre.

Beneficios para la salud

Incluir una porción de la llamada reina de las frutas de primavera en tu dieta contribuye al bienestar de tu organismo:

Protegen tu corazón

Evidencias científicas prueban que su contenido de antocianinas, contribuye a mejorar la salud cardiovascular y gracias a su potente efecto antioxidante, son útiles en la eliminación del colesterol malo, en reducir la presión arterial y en mejorar la función de las plaquetas en la sangre.

Fortalecen el sistema inmunitario

Una taza contiene el 136 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, por lo que son un poderoso antioxidante que potencia el sistema inmunitario. 

Depuran el organismo

Tienen un alto poder diurético, por lo que facilitan la eliminación de toxinas y evitan que la acumulación de líquidos.

Contribuyen a la salud ósea

Su consumo beneficia a la salud de los huesos, debido a su alta dosis de magnesio, potasio y vitamina K.

Potencian la salud ocular

Estudios aseguran que las fresas mejoran la salud de los ojos y disminuyen el riesgo de una degeneración macular, trastorno que destruye lentamente la visión central y aguda.

Ayudan a perder peso

Su bajo contenido calórico y su alto aporte de nitrato, las convierte en un aliado de las dietas, ya que ayudan a reducir el apetito.