Se está ante una disyuntiva, un conflicto que en los últimos años ha perdurado sin cuartel. Por un lado se observa al grupo que defiende la idea de que el dictado en las escuelas es un método funcional y comprobado; y están aquellos con estrategias donde la palabra escrita sigue siendo importante, pero con una función más bien ornamentaría o como complemento del aprendizaje.
En ocasiones, se ha observado en la publicidad, sobre todo, aquella expuesta en las distintas redes sociales, que la gramática no es el fuerte del autor de la publicación, es decir, el mensaje es más importante que la forma en que se escribió. No se niega que la información es esencial en cualquier texto, sin embargo, el tener errores —horrores— en la ortografía, es un mal adquirido por falta de práctica o simplemente, nadie se dio la tarea de corregir.
El dictado es una actividad encaminada a lograr el dominio ortográfico de una lengua, aunque en las estrategias de enseñanza moderna se considere en ocasiones innecesaria, esta actividad puede ser muy versátil y de fácil adaptabilidad dentro de un grupo de alumnos. Durante mucho tiempo, el dictado sólo se ha utilizado como método de una mejora en la ortografía, esto supone una infravaloración de sus ventajas, por lo que puede llegar a ser considerado aburrido, infructuoso o monótono; esto se debe a la concepción tradicionalista del dictado.
Una de las principales oportunidades que se tienen en la actualidad son los recursos tecnológicos que están al alcance de la mayoría de los estudiantes y docentes de todos los niveles; estas herramientas llevan al dictado a un nivel que en años anteriores no se utilizaban, y que ahora, gracias a la pandemia, se usan para el beneficio del alumnado.
El dictado ha dejado de ser tedioso, he aquí, algunas de sus ventajas en niños, jóvenes y adultos:

• Mejora el pensamiento lógico
• Aumenta el léxico (palabras nuevas)
• Mantiene enfocado al cerebro
• Activa la imaginación
• Desarrolla la memoria
• Optimiza la comprensión lectora
• Perfecciona la ortografía
• Fomenta la auto-corrección
• Incrementa la comprensión auditiva

Por Carlos A. Rodríguez
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