Por Marisol Rodríguez
El verano es la temporada ideal para moverse, liberar energía, disfrutar de nuevas experiencias y qué mejor manera de hacerlo que bailando.
Más allá de ser una actividad divertida, el baile ofrece un sinfín de beneficios para el cuerpo, la mente y el corazón.
Así lo explica la instructora Leticia Ramos Sincel, experta en danza moderna, barre y zumba, entre otras disciplinas, quien comparte por qué bailar en esta época del año es una gran decisión.
“Es la mejor forma de seguir en movimiento sin que se sienta como ejercicio forzado. En vacaciones cambia la rutina, pero con baile se mantiene la actividad física de una forma alegre, sin presión”, comenta.

Una actividad completa para el cuerpo y la mente
“El baile es súper completo. Físicamente, ayuda a mejorar la coordinación, la postura, la fuerza, la flexibilidad… ¡todo el cuerpo se activa! Pero también es una gran herramienta emocional”, señala la instructora.
Y es que, el baile motiva a quienes lo practican a sacar lo que sienten, liberarse, aprender a expresarse y fortalecer su autoestima.
Para todas las edades
Ramos Sincel expresa que el baile es una excelente actividad para personas de todas las edades.
“No importa si tienes 4, 14 o 40 años, siempre hay una forma de conectar con él”, señala y agrega que, por ejemplo, en el caso de los niños y adolescentes, además de ser un ejercicio físico, este les enseña disciplina, constancia, responsabilidad y valores como el respeto y el trabajo en equipo.
“Yo siempre digo que en clases no solo enseñamos pasos… formamos personas y eso aplica para cualquier edad”, resalta.
Bienestar emocional y confianza
Además del trabajo físico, bailar tiene un gran impacto en el estado de ánimo, ya que no solo se trabaja la técnica, sino que también es una disciplina que invita a desarrollar la creatividad.
“El baile no solo te enseña a moverte, también te enseña a confiar en ti”, agrega.

Los mejores estilos para la temporada
La instructora recomienda aquellos que son más movidos: hip hop, jazz funk o fusiones modernas que permitan disfrutar y soltar energía.
Además, sugiere combinar algo de contemporáneo para trabajar expresión y técnica.
¿El calor es un impedimento?
Para nada, siempre y cuando cuides que tus clases sean en espacios ventilados, con hidratación constante y descansos.
“Lo bueno es que el calor nos ayuda a calentar más rápido, así que mientras estemos atentos, todo bien. Bailar en verano tiene su magia”, expresa.
Sobre bailar en espacios abiertos como un parque, Ramos Sincel menciona que “hay más libertad, más conexión con el entorno y eso despierta la creatividad. A veces lo combino, porque bailar también es aprender a adaptarse y a disfrutar en cualquier lugar”.
Por último, invita a todas las personas que sientan curiosidad por bailar a hacerlo, “no necesitas ser experto ni tener experiencia. El baile es para todos”.