26 abril, 2024

Si se detecta a tiempo el cáncer de mama es curable: ¡Quiérete, autoexplórate, cuídate!

Por Marisol Roríguez / Fotos: Internet

El cáncer de mama es una enfermedad que ocupa el primer lugar a nivel mundial de muerte en la mujer.

Por ello, octubre es conocido como el mes de la sensibilización y se pinta de rosa para promover el mensaje de que éste es curable si se detecta a tiempo.

La radióloga especialista e intervencionista de la glándula mamaria Perla Sánchez Herrera del Centro Médico de Especialidades lo define como “un crecimiento anormal de las células de la glándula mamaria, las cuales degeneran el cáncer”.

Chihuahua: cuarto lugar

En cifras, comparte que el estado de Chihuahua ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, con un 24 por ciento de detección en comparación con la zona más poblada del país, la Ciudad de México.

“Una de ocho mujeres va a tener cáncer de mama en su vida, en cualquier etapa reproductiva…va muy asociado a patología tiroidea y enfermedades ováricas”, agrega.

¡Sin miedo!

Al mismo tiempo que señala su preocupación porque aún en nuestros tiempos existan pacientes que no se quieran revisar porque no quieren saber qué tienen.

“Hemos visto que la gente no se revisa porque le da miedo, ese es el principal factor a vencer, tenemos que fomentar la cultura del ‘Porque me quiero, me cuido’, el estudio de mastografía no duele, es una compresión suave sobre la glándula mamaria”, comenta.

Y agrega que también se deben alejar tabús como que al hacerse varias mastografías puede dar cáncer de tiroides, como se expuso hace algunos años en un programa de televisión.

“La radiación ionizante que utilizamos es una dosis mínima, radias más cruzando el puente caminando que la que te ocasiona la mastografía”.

Factores de riesgo

• El principal es ser mujer

• Hereditarios: mamá, abuelas o hermanas con cáncer de mama

• Ser portadora del gen BRCA1 y BRCA2

• Tabaquismo

• Obesidad

• Sobrepeso

• Terapia hormonal

• Menarca temprana

• Menopausia tardía

• Nunca haber estado embarazada

Señales de alerta

Esta enfermedad se detecta a partir de un centímetro y medio de manera palpable.

“Tiene dos presentaciones: sin ningún dato clínico o con un nódulo palpable, cambios de coloración en la piel, hundimiento, saluda de líquido –sangre o material ceroso por el pezón- y engrosamiento difuso de la piel”, señala.

En algunos casos, éstos se pueden asociar a una inflamación, un granito, un cambio por inflamación de los ganglios o a la menstruación.

Por ello, es indispensable practicarse un estudio para descartar un cáncer oculto, “si tienen factores de riesgo, por ejemplo, un familiar directo que tuvo cáncer de mama a los 47 años, deben hacerse una mastografía diez años antes, a los  37”.

¿Sabías que existen varios tipos?

Los exámenes especializados analizan las células cancerosas y reúnen información que determina el tipo de cáncer de mama, entre ellos el Carcinoma ductal in situ y el Carcinoma ductal infiltrante.

El primero es el más común “no invasivo”, ya que está encapsulado y no se propaga fuera del conducto lácteo hacia otros tejidos mamarios circundantes normales.

Mientras que, el segundo, es la forma más frecuente de cáncer de seno invasiva y se caracteriza por ser una masa o tumoración con límites no bien delimitados.

“Es aquel que ya migró hacia el tejido conectivo o que ya tuvo invasión a ganglios axilares, la labor de nosotros como radiólogos es detectarlo mediante los estudios de imagen que es la mastografía y el ultrasonido mamario cuando ese cáncer sea menor de cinco milímetros”, comenta.

Autoexplórate en 5 pasos

Toda valoración femenina debe iniciar desde los 20 años con la autoexploración cada mes durante la menstruación, a mediados del ciclo y al inicio del nuevo periodo para detectar alguna bolita o que conozcas tu tejido mamario.

1.- Colócate frente a un espejo, levanta los brazos y observa ambas mamas; presta atención a posibles alteraciones en su forma y tamaño, bultos, hoyuelos, arrugas, enrojecimiento, salpullido o pezón invertido.

2. Con la yema de los dedos, presiona suavemente con movimientos circulares por toda la mama para determinar masas o puntos dolorosos.

3. Examina la axila con la yema de los dedos, realizando movimientos circulares para identificar masas, engrosamiento o abultamiento bajo la piel.

4. Presiona de forma suave con los dedos en el pezón para descartar secreción de líquido –amarillento, lechoso o transparente- y sangre.

• Repite los tres últimos pasos en la mama contraria

5. Recostada y con una almohada bajo tu hombro y con el codo elevado, examina con movimientos circulares la mama y la axila; haz lo mismo en el lado contrario.

Estudios de detección

Después de la autoexploración es vital realizarse estudios como la mastografía y el ultrasonido mamario.

La primera, explica la radióloga, se debe llevar a cabo cuando no existan factores de riesgo, a partir de los 40 años.

“La Norma Oficial Mexicana la indica de manera oficial cada dos años, la Asociación Americana de Cáncer de Mama y la Asociación Americana de Radiología se ha dado cuenta que el crecimiento de un año a otro puede variar, con factores de riesgo se recomienda anualmente”, expresa.

Sobre el ultrasonido mamario, señala que es un estudio de complemento para la mastografía, “nos ayuda como apoyo a los patrones mamarios de tejido disperso o escaso, se debe realizar en todas las pacientes que tengan sospecha, menores de 35 años, embarazadas y con un nódulo palpable, de preferencia cada año”.

La prevención está en tus manos

El cáncer de mama se puede prevenir con una autoexploración correcta, actividad física, dieta balanceada y evitando el sobrepeso y tabaquismo.

Pero también con una buena actitud, “la felicidad es parte fundamental de todas las enfermedades, si eres feliz es difícil que te enfermes”, finaliza la especialista.

Conoce a la especialista Dra. Perla Yadira Sánchez Herrera

Es egresada de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y del Hospital Manuel Gea González de la Ciudad de México.

La subespecialidad la hizo en la Fundación Médica Sur de la Ciudad de México y está certificada por el Consejo Nacional de Radiología e Imagen como radióloga general y radióloga especialista e intervencionista de la glándula mamaria.

Con diez años de experiencia, fusiona la parte médica con la docencia como profesora del curso de Médicos Internos de pregrado en el CME y adjunta en el IMSS.

La especialista también ha realizado varias publicaciones y asistido a congresos, además de pertenecer a la Sociedad Mexicana de Radiología e Imagen, al Consejo Mexicano de Radiología e Imagen, a la Sociedad Radiológica de Norteamérica y al Colegio de Radiólogos de Ciudad Juárez.

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