Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Las palomitas de maíz son el snack perfecto para una noche de películas. Naturales, con sal, mantequilla, caramelo, chile o queso, existe una gran variedad de sabores para complacer a cada paladar. Por lo general, estas se relacionan con el cine, pero su origen se remonta a miles de años atrás.
En México, por ejemplo, se preparaban al momento, introduciendo el maíz en ollas de barro muy calientes o poniendo los granos sobre la ceniza ardiente.
Durante la década de los años 20, las salas de proyección eran los teatros con elegantes butacas de terciopelo y no se permitía introducir alimentos, hasta que en 1931 en Kansas City, Julia Braden ideó un método para disfrutarlas y pidió permiso al dueño del Linwood Theater para colocar un puesto.
El éxito de estas fue tan grande que, en unos meses ya había cuatro puestos en diferentes cines.
Gracias a su fama y preferencia, la Asociación Americana de Palomitas de Chicago decretó que el 19 de enero se celebraría su día a nivel mundial.
Mil nombres
Este snack tiene diversos nombres en Latinoamérica: rositas de maíz en Cuba, pochoclos en Argentina, pipocas en Bolivia, cotufas en Venezuela, cabritas en Chile, canchitas en Perú, crispetas en Colombia, poporopos en Guatemala, rosetas de maíz en Puerto Rico y cocaleca en República Dominicana.
4 curiosidades
- En 1885 Charles Cretors creó la máquina para hacer palomitas.
- Estados Unidos es uno de los mayores productores y consumidores de este snack con 17 millones de toneladas al año.
- Antiguamente se le conocía al maíz palomero como ‘Flor de maíz’ y era utilizado como adorno y ofrenda.
- Los nativos americanos creían que estas explotaban debido a que un espíritu habitaba dentro de los granos de maíz.