Ya en una columna anterior había comentado que los trastornos alimentarios se presentan cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera. Los principales trastornos alimentarios son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.
Pero ¿cómo saber si tu dieta se ha deslizado hacia el territorio de los trastornos alimentarios? Checa la siguiente lista, ¿qué tanto piensas o sientes lo siguiente?
- Pasas una gran cantidad de tiempo planificando tus comidas o ingesta de alimentos
- Te sientes culpable cuando no sigues “el plan”
- Te sientes como un gran fracaso cuando ganas peso
- Piensas que tu vida está dividida en tiempos de dietas o atracones
- Sacrificas reuniones sociales debido a la comida
- Cuando sales con amigos, piensas más en la comida que las personas con las que estás
- Crees que una vez que alcances tu peso objetivo, todo será mejor
- Ves tu vida y actividades a través del lente de la comida
- Te sientes adicto a la comida
- Crees que todos están prestando atención a tu peso
Estos sentimientos y pensamientos son muy comunes cuando se está a dieta. Eso es porque la dieta desencadena trastornos alimentarios con bastante facilidad. Muchas de las personas que son entusiastas de una “vida saludable” están experimentando algún tipo de trastorno alimentario socialmente aceptable. Una mujer que ha logrado superar un trastorno alimentario dice: “un trastorno alimentario por dieta crónica no es divertido, pero me hace sentir ‘responsable’ mientras lo hago”. Claro, no todos los que alguna vez han estado a dieta han cruzado al trastorno, pero muchos lo han hecho, y muchos lo hacen, y se darán cuenta si lo hacen una vez que está afectando su calidad de vida. Y es necesario recordar que mereces mucho más que una vida girando en torno a la comida y el peso.