Por Marisol Rodríguez
Ladra desconsolado, hace destrozos y no te obede. Si te parece familiar este comportamiento en tu perro, es muy probable que esté aburrido y a la larga, esto lo puede llevar a que desarrolle ansiedad o un tipo de depresión.
Cuando tu amigo canino ha pasado bastante tiempo con aburrimiento, es probable que la falta de motivación haga que tome una serie de conductas problemáticas que dificultan la convivencia.
Los síntomas más comunes son:
- Comportamientos compulsivos: repite movimientos sin un motivo aparente, por ejemplo, persigue su propia cola o se lame constantemente.
- Parece deprimido: está triste, aletargado, más cansado de lo normal o sin apetito.
- Ladra en exceso y de forma desconsolada: de esta forma reclama que le prestes mayor atención.
- No obedece y causa destrozos en casa: la desobediencia se presenta en perros más independientes y muy inteligentes, los cuales se aburren con un adiestramiento repetitivo o necesitan una mayor estimulación mental; además, cuando tienen mucha energía y poco ejercicio físico, tienden a morder o romper objetos.
Todos estos síntomas son señales a través de las cuales tu mascota expresa que no se siente bien, que necesita auto-estimularse y cuatro formas de hacerlo son:
Préstale más atención
Quizás sin darte cuenta, por el ritmo de vida diario, no le dedicas todo el tiempo que necesita. Busca un espacio y comparte más momentos con él.
Den un buen paseo diario
Es la mejor medicina contra el aburrimiento y es fundamental para su correcto desarrollo psíquico. Se recomienda que el paseo dure mínimo 30 minutos.
Actividades divertidas que lo estimulen
Cuando salgan al parque, no olvides llevar una pelota o también puedes crear una pista de rastreo, por ejemplo, untar con comida su juguete favorito y esconderlo para que lo encuentre.
Juguetes adecuados
Si tu perro se queda solo en casa, es importante que tenga al alcance juguetes que lo ayuden a pasar mejor el tiempo que no estás. Pelotas de goma, juguetes blandos o con sonido, son perfectos.