Hay algo que si no tenías demasiado claro, tal vez lo intuías. Se tratan de 4 motivos por los cuales es mejor no ver televisión durante la cena familiar; ya no solo se trata de que prestarle atención a la TV pues interfiere en la calidad de las relaciones, sino que también lo hace en otros aspectos. Aquí te decimos cuales son estas 4 razones.
Razón #1
Dieta alimenticia de baja calidad
El hecho de que los niños vean televisión mientras comen podría, según la Universidad de Minnesota, perjudicar su dieta alimenticia.
Una investigación llevada a cabo por la escuela de Salud Pública del Proyecto EAT, encontró que en aquellos hogares en los que la televisión permanece apagada a la hora de la cena y se come en familia, los niños gozan de un régimen alimenticio de mayor calidad con respecto a los que ven televisión a la vez que comen. Increíblemente estos últimos comían más comida del tipo chatarra y menos verduras.
Razón #2
Elección del menú publicitario
Los pre-adolescentes escogen comer los alimentos que se ven más apetitosos y rápidos de obtener -los menos saludables- como respuesta al estímulo de las publicidades de alimentos que ven en la televisión, según Dianne Neumark Sztainer, Ph.D., investigadora del estudio EAT.
En cambio, los miembros de las familias que comen juntas se alimentan de modo más sano y equilibrado, según opina otra participante del estudio, Shira Feldman, MPH, RD. El solo hecho de planificar la comida implica en cierta forma elaborarla y por lo tanto es más natural o casera, y por supuesto más saludable.
Razón #3
Menos concentración = Más calorías
Comer mientras estamos distraídos -mirando televisión o frente a la computadora- altera el sabor que percibimos de los alimentos, ya que nuestros recursos sensoriales están “ocupados” con otra actividad, y luego necesitamos consumir más de ese plato dulce o salado que nos habíamos servido.
Según los psicólogos Reine C. van der Wal y Lotte F. van Dillen, “cuando la atención de la gente está agobiada por una actividad exigente, tendrá que consumir más de ciertos alimentos para obtener una experiencia óptima de gusto”.
Razón #4
Comer más por olvido
Comer distraídos también repercute en nuestra memoria y figura. El psicólogo Suzzane Higgs indica que “a pesar de que tomamos decisiones de qué y cuándo comer con aparente facilidad, estas decisiones son en realidad muy complejas y pueden romperse fácilmente”.
Investigadores británicos analizaron el comportamiento de un grupo de personas a las que le pidieron que comieran mirando televisión, y el de otro grupo que comió con la televisión apagada. ¿El resultado? Quienes comieron con la televisión encendida apenas recordaba los alimentos que habían ingerido y volvieron a repetir la comida más tarde.