Licenciada en Psicología y Coach Certificada
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¡Se vale sentir tristeza, para luego… CONTINUAR!
Sé resiliente de las situaciones que consideras complicadas en tu vida, identifica tu potencial para reconstruir todo aquello que creías perdido: fe, esperanza, tiempo, ilusión, motivación, bienestar, paz, confianza, realización… para crear todo lo nuevo o dar continuidad a lo que dejaste en pausa.
Hoy es un buen momento para re-comenzar, para vivir tus propios sueños, descubriendo un nuevo significado de vida, con propósitos y valores diferentes.
Existen actividades y dinámicas que pueden favorecer en tu proceso de sanación y aceptación para rehacer y enfrentar de forma consciente y funcional cualquier tipo de adversidad, utilizando tu capacidad y fortaleza espiritual, física y emocional.
Jamás alguien logrará sentir tu dolor, comprender tus miedos, identificar tus pensamientos, solo tú, a través de la auto-observación, identificando y comprendiendo que solo afrontando el sufrimiento es que se puede aceptar y aprender de la experiencia, para luego liberar las emociones que hasta hoy detienen tus pasos con tristeza y desilusión.
Resulta fundamental en el inicio y durante un proceso, conservar la actitud para que en cualquier circunstancia que se presente, busques soluciones para seguir avanzando, sumando a tu vida hasta llegar a tu punto de equilibrio.
Es importante conocer el significado real de la palabra resignación, para evitar confundirla con la aceptación, utilizar las palabras adecuadas llenará de impulso y motivación tu camino, el poder de estas es infinito y determinante por lo que representan en la vida de cada persona.
Olvidar no es una buena decisión, ya que las emociones escondidas, guardadas en el subconsciente surgen a la menor intención, cuando menos lo imaginas, provocando situaciones de conflicto que en determinado momento pueden causar mayor dificultad para liberarlas.
Existe un sinnúmero de situaciones que pueden causar tristeza, sin embargo es necesario identificar y saber que existe una gran diferencia entre la tristeza y la depresión.
De acuerdo a los criterios diagnósticos de la depresión, según la última edición DSM-5 (utilizado por médicos e investigadores para diagnosticar y clasificar enfermedades mentales), esta se caracteriza por cinco o más de los siguientes síntomas, estando presentes durante el mismo periodo de dos semanas y representando un cambio del funcionamiento previo:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, (se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (se le ve lloroso). En el caso de niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.
- Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades.
- Aumento o pérdida de peso sin hacer dieta.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o retraso psicomotor, por ejemplo, enlentecimiento.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva.
- Disminución de la capacidad de concentración. Así como también pensamientos de muerte, no solo miedo a morir sino ideas suicidas recurrentes.
Es importante saber que para reconocer un diagnóstico es necesario tomar atención de un profesional de la salud enfocado en la psicología clínica a través de pruebas de evaluación para la depresión.
Ser consciente cuando la tristeza se convierte en depresión, reconocer que un abrazo, una frase motivante, amorosa o cálida, no es suficiente.
Tomar atención de forma constante a nuestras emociones a través de terapia psicológica, permitirá vivir de una forma diferente, resiliente, funcional, en equilibrio y armonía consigo mismo y con el entorno.
Me despido compartiendo una frase de Buda en relación al tema de hoy:
“Se necesita tristeza para reconocer la felicidad, ruido para apreciar el silencio y ausencia para valorar la presencia”