Por Marisol Rodríguez / Foto: Internet
Las clases terminaron y los niños tienen por delante muchos días sin colegio que pueden aprovechar para ir de campamento y disfrutar de nuevas experiencias durante el verano.
Para elegir uno seguro en tiempos de ‘nueva normalidad’, es importante que tomes en cuenta aquellos que cumplan con todas las medidas sanitarias como los grupos burbuja (integrados por un máximo de 20 niños), el uso de cubrebocas y lavado de manos, entre otras.
Es importante que también consideres qué tipo de campamento deseas para tus hijos, ya sea uno donde jueguen y se diviertan o aquel que les permita mejorar en sus estudios u obtener nuevos conocimientos.
Al asistir al campamento tus niños obtendrán diversos beneficios, entre ellos:
Socialización e Integración
Tras más de un año en casa, el entrar en contacto con niños de su edad y realizar actividades y juegos con ellos les ayudarán a crear nuevos lazos de amistad y afianzar los que ya tenían.
Trabajo en equipo
Al participar en actividades compartidas adquieren o refuerzan valores como el respeto, solidaridad, tolerancia, ayuda y aprenden a compartir.
Rompe con la rutina
Desarrollar actividades diferentes a las que hacen el resto del año, más lúdicas y propias de esta época del año, provoca que sientan un cambio de rutina y asistan con mejor predisposición.
Mejora la comunicación
En estos espacios los niños tienen la posibilidad de expresarse de forma libre, se fomenta la participación en el desarrollo de las actividades y aprenden a respetar las opiniones de los demás.
Aumenta la seguridad y confianza en sí mismos
Un campamento de verano es perfecto para potenciar su autonomía e independencia, ya que aprenden a tomar decisiones por sí mismos, asumen responsabilidades propias de su edad y mejoran su autoestima y seguridad.
Desconexión de pantallas
En la actualidad las tabletas, computadoras y celulares son un recurso fácil para pasar el tiempo. Así que las vacaciones de verano son un buen momento para limitar su uso y los campamentos son el aliado perfecto, ya que los ayudan a valorar otras actividades lúdicas y los juegos tradicionales.