Unidos por la música y el amor, el tenor mexicano Carlos Aguirre y la soprano polaca Agnieszka Slawinska recorren el mundo con su voz.

Escenarios de Francia, Alemania, España, Luxemburgo, Polonia, Estados Unidos y México se han deleitado con sus interpretaciones.

Arias y duetos de ópera, teatro musical, jazz y canciones clásicas mexicanas forman parte del repertorio de estos talentosos cantantes.

El amor por la música

Para Agnieszka el amor por la música es algo muy natural, “eso viene con la música que escuchamos cuando estamos muy pequeños”.

Carlos lo reafirma, “para mí fue desde muy pequeño, desde que escuchaba a Cri-Cri… me gustaba ver las películas de Pedro Infante y Jorge Negrete”.

Pero fue en 1990 cuando escuchó el concierto Los tres tenores con Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo en 1990 que dijo “yo quiero hacer esto”.

María Callas y el propio Domingo son dos ejemplos de sus fuentes de inspiración.

Más de 11 años juntos

Fue en el Estudio de Ópera del Teatro de la Opéra National du Rhin en Estrasburgo, Francia donde Agnieszka y Carlos se conocieron en 2006.

Un tiempo en el que ambos se preparaban y experimentaban con sus voces, “era un tiempo de cantar absolutamente todo, ópera, opereta, teatro musical, muchos recitales”, recuerda la cantante polaca.

“Con esa preparación nos tocaba ir a hacer audiciones a diferentes teatros de Europa, en mi caso donde más estuve cantando además de Francia fue en Alemania”, agrega Carlos.

Entre ensayos y aplausos

En la vida de un cantante –al igual que en toda profesión– existen ciertos momentos que hacen aun más especial su carrera.

Agnieszka y Carlos coinciden en que dos instantes únicos son cuando se está frente al público y durante los ensayos de una producción.

“Cuando empezamos a imaginarnos la producción con todos para mí es lo más importante e interesante, porque podemos también descubrir cosas diferentes en la voz y el personaje”, platica Agnieszka.

Pero también dice que está ese momento en el que suben al escenario y se vuelve algo muy íntimo, ver cómo reacciona el público.

Y como mexicano algo que disfruta todavía más Carlos es cuando tiene la oportunidad de cantar en otros países alguna canción clásica mexicana.

Los escenarios más bellos

Para ambos resulta difícil elegir un escenario como favorito y parte de ello es porque muchas veces también influye qué música interpretan.

“Cuando canté en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas es muy bonito, pero también tener el coro y los músicos, eso hace un momento especial”, comenta Agnieszka.

Y agrega que otro escenario que recuerda es el teatro de Roma, donde cantó “La flauta mágica”, “es un teatro precioso”.

Carlos señala que, por lo que significa, la Salle Pleyel de París: “Una sala de una tradición impresionante en el centro de Europa y, como mexicano, yo creo que cantar en el teatro Degollado siempre es una alegría”.

De los personajes que sueñan con interpretar, Agnieszka nombra a Madame Butterfly y Carlos a Mario Cavaradossi de Tosca.

La pareja perfecta

Agnieszka y Carlos irradian una química especial, comparten su amor por la música, escenarios, viajes y la enseñanza.

La primera se describe como una apasionada de su profesión, la cual no ve como un trabajo, y el segundo entre risas dice “yo soy alguien muy agradable”.

“Me gusta el buen humor, disfrutar lo que hago y estar con la gente, trabajar en el ámbito musical o de desarrollo personal, poder hacer una diferencia, que la otra persona pueda llevarse algo como yo me llevo del público”, agrega.

Su amplia experiencia les ha permitido desempeñarse como profesores privados de canto en todos los niveles en Francia, Alemania y México.

“Disfrutamos mucho dar clases de canto, poder ver el progreso de los alumnos”, platica Carlos, y Agnieszka añade que “si puedo ayudar es un buen regalo de la vida para mí también, porque yo creo que con los alumnos nosotros aprendemos muchísimo”.

En cuestión de hobbies coinciden –una vez más– en la parte de viajar, algo muy natural en su profesión.

“Esta profesión me ha dado la oportunidad de conocer muchos lugares en el mundo y me gusta siempre conocer; el otro día le decía a alguien que cada vez que estoy en París es donde más kilómetros recorro”, platica Carlos.

“Es muy interesante descubrir el mundo, la cultura diferente de cada país”, complementa Agnieszka.

Un año de proyectos

En este 2018 la pareja comenta que tienen en puerta un proyecto que combina la ópera con un repertorio clásico mexicano y jazz para llevarlo a varias partes de México.

Por último, aconsejan a quienes deseen seguir sus pasos tener paciencia y estar seguros de que es una pasión, “no se trata solo de trabajo, viene algo de corazón, del alma, es lo más importante”.

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Cuando canté en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Es muy bonito, pero también tener el coro y los músicos… eso hace un momento especial”

Agnieszka

Me gusta el buen humor, disfrutar lo que hago y estar con la gente, trabajar en el ámbito musical o de desarrollo personal, poder hacer una diferencia, que la otra persona pueda llevarse algo como yo me llevo del público”

Carlos Aguirre