Por Marisol Rodríguez / Foto: Internet
Es el rey de la temporada y es perfecto para darle un toque dulce a la cena del Día de Acción de Gracias, ¿adivinas de qué postre hablamos?
En definitiva, no podría ser otro que el pay de calabaza, el cual cuenta con una rica historia que se remonta hasta la época en la que los colonizadores llegaron al Nuevo Mundo.
Su origen
Antes de que existiera la receta de dicho pay, los nativos abrían la calabaza de forma lateral y la rellenaban con leche, huevo y especias asadas.
Fue así como los europeos aprendieron a apreciar este fruto y lo incluyeron en su legado gastronómico, utilizándolo principalmente para crear el pay.
En la actualidad
Hoy en día es un postre básico de la temporada, elaborado tanto a finales del otoño como a principios del invierno.
Su consumo se da en mayor cantidad en fechas especiales como la pasada celebración de Halloween, el ya mencionado Día de Acción de Gracias y en la fiesta de Navidad.
Hecho con una natilla a base de calabaza, una de las características de este pay es su color, que va de una tonalidad naranja al marrón; resalta además, su mezcla de sabores a nuez molida, canela y jengibre.
En Estados Unidos es común hacer este postre con calabaza enlatada, ya que su sabor es más dulce que el del fruto, al ser calabazas de mantequilla de maní.
Mientras que en países como Inglaterra se acompaña con nueces, frambuesas, arándanos rojos o azules y maíz dulce, entre otros ingredientes.
El próximo jueves, Día de Acción de Gracias, deja que el pay de calabaza sea el broche de oro de tu cena.
¿Sabías que…?
En el Día de Acción de Gracias se estima que se consumen 50 millones de pay de calabaza.