24 abril, 2024

Te llevo conmigo

¿En cuántas ocasiones tenemos presente el olor y color de la flor de cempasúchil? En el Día de Muertos, de acuerdo a las creencias y cultura en nuestro país, el aroma de la flor guía a las almas de los difuntos en el camino hacia la ofrenda que se le hace en el mundo terrenal, celebrando con música, comida, altares y bellos recuerdos; honrando y recordando con alegría, amor y respeto a quienes han fallecido.
Sin embargo existen fechas que se viven en silencio, sufrimiento y desesperanza, al vivir un duelo reciente ante el fallecimiento de un ser querido, donde no hay nada que celebrar ya que el dolor es insuperable durante el proceso previo a la aceptación.
En nuestro país se representa de forma chusca, con dichos, chistes, dulces, comida o decoración en el Día de Muertos, así como también una tradición al escribir las famosas calaveras, algunas alegres, otras muy afines a lo que la vida del difunto fue, todo con la finalidad de tener presente en ese día a quienes en vida formaron parte importante para familias, comunidades e incluso países enteros.
Si en esta fecha estás viviendo un proceso de duelo es necesario reflexionar ante los siguientes puntos:

  1. Cada persona tiene un tiempo individual para aceptar lo sucedido, no te obligues o intentes avanzar en un proceso que tiene su propio tiempo.
    Veamos que pueden transcurrir 6 meses o un año, esto será de acuerdo a los procesos internos, sus recursos personales y sentido de vida en cada individuo.

2. ¿Por qué duele? Es una reacción natural experimentar tristeza, miedo, enojo, frustración o negación, regálate la oportunidad de sentir cada emoción que causa esta celebración durante tu proceso de duelo, evita reprimir tus emociones, permite que fluyan de forma natural para reconocer el significado de tu sufrimiento para lograr sanarlo.

3. Es necesario, para vivir un duelo de forma adecuada, identificar tu pérdida, (amigo, hijo, esposo, mamá, papá, abuelo), para reconocer de forma consciente el valor emocional que representa en tu vida, con el propósito de crear un duelo enfocado en tus sentimientos reales para sanar el vacío existente.
Por dar un ejemplo mencionaré la historia del fallecimiento del esposo de Rosita, un matrimonio de 56 años, donde juntos crearon una historia de vida con experiencias que los unieron a través de los años, conformando un vínculo de unión y recuerdos en diferentes etapas.
Rosita actualmente vive un proceso de duelo donde expresa un gran dolor ante la pérdida del padre de sus hijos, de la persona a quien veía al despertar y sonreía y abrazaba antes de dormir, el proveedor de casa, el apoyo moral ante situaciones en conflicto, el amor de su vida.
Sin embargo Leticia está viviendo un duelo ante el fallecimiento de su futuro esposo, perdiendo así la oportunidad de compartir sueños y un futuro juntos, ella siente tristeza al ver frustrado el proyecto de vida que juntos habían planeado.
Y así como Rosita y Leticia expresan su dolor, dentro de consulta existen un sinfín de historias, diferentes todas por el significado que representa la muerte de un ser querido buscando en común alivio, esperanza, respuestas, tranquilidad y fortaleza para seguir adelante.

4. Busca nuevos propósitos, enfocados en el momento presente, aprende a despedirte, a liberar sin culpa para continuar sin miedo. Reconstruye tu plan de vida con amor y autocuidado.

5. Puede resultar difícil vivir un proceso de forma individual, actualmente existen diversas alternativas para acompañar a quien está viviendo la perdida, terapia psicológica, sesiones de PNL, acompañamiento de un tanatólogo certificado o bien a través de un logoterapeuta.

Para acompañar a un doliente es importante no agregar “más dolor al dolor ya existente”, cada palabra, emoción o acción crea un impacto que puede resultar positivo o negativo de acuerdo a la manera en que se acompaña.
La empatía es fundamental para crear bienestar y no juicio, evitar frases “sé lo que sientes”, “estarás mejor”, “yo también pase por lo mismo”, “es parte de la vida” y “la muerte no se puede evitar” son totalmente innecesarias durante un proceso de duelo.
Un duelo no concluido o resuelto puede llevar a presentar síntomas o problemas de salud al somatizar la emoción, existen diversos ejercicios que hoy comparto, tomando en cuenta que no sustituyen la terapia o el acompañamiento profesional, considerándolos una gran aportación por los beneficios que puedes obtener al realizarlos:

  • Elabora una lista de pendientes positivos que puedes llevar a cabo.
  • Dedica un tiempo diario de lectura a temas positivos que te induzcan a la reflexión y el desarrollo personal.
  • Practica algún ejercicio de acuerdo a tu edad y condición de salud: caminatas diarias, ejercicios aeróbicos, relajación, meditación o yoga.
  • Escribe una lista todo aquello que representa para ti en el momento presente y futuro, ilusión, seguridad, bienestar e inspiración.
  • Cierra ciclos, despide y agradece a cada espacio, objeto o experiencia vivida.

Me despido hoy con un abrazo a tu alma.

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