Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Piensa en una pizza recién salida del horno, su exquisito aroma inunda el ambiente, tomas una rebanada y las hebras del queso comienzan a extenderse hasta que finalmente se deshacen en tu paladar.
Si la descripción anterior ha despertado tu antojo, tenemos el pretexto ideal para disfrutar de este manjar italiano: el Día Internacional de la Pizza de Queso.
Una tradición que empezó hace varios años en Estados Unidos, donde se designó que se celebraría cada 5 de septiembre.
En honor a esta fecha especial, te contamos algunas curiosidades.
Mozzarella, el queso más utilizado
Este combina la suficiente humedad, elasticidad adecuada y cantidad suficiente de aceite para gratinarse y ofrecer un sabor único.
Todo comenzó en Nápoles
Fue en aquella ciudad de Italia, donde inició la tradición de la pizza de queso llamada napolitana, la cual consistía en una simple y deliciosa masa fina con queso por arriba.
Estados Unidos la ¡ama!
Según las estadísticas, se estima que se venden alrededor de 350 porciones de pizza de queso por segundo.
Tiene su propio museo
En Chicago se ubica el US Pizza Museum, donde se cuenta la historia y cultura de este platillo adoptado por Illinois en la década de los cuarenta y en Philadelphia, Pizza Brain tiene un museo de memorabilia y pequeños tesoros.
¡Prepárala en casa!
Pizza de cuatro quesos
Ingredientes
• 150 gramos de queso crema Philadelphia untable
• 1 taza de queso mozzarella rallado
• 1 taza de queso cheddar rallado
• 6 cucharadas de queso azul desmoronado
• 3/4 de taza de salsa de tomate para pizza
• 3 cucharadas de albahaca fileteada
• Orégano seco
Masa
• 200 gramos de harina de trigo
• 130 mililitros de agua tibia
• 8 gramos de levadura fresca
• 1 cucharada de azúcar
• 1 cucharada de aceite de oliva
• 2 pizcas de sal
Preparación
- Mezclaz la levadura, el azúcar, aceite de oliva y agua; deja reposar.
- Mezcla la harina, la sal y el orégano seco en la batidora.
- Agrega poco a poco el agua con el resto de los ingredientes que ya mezclaste previamente.
- Amasa hasta que se despegue de las paredes del recipiente y tenga una consistencia elástica.
- Deja fermentar hasta doblar su volumen.
- Divide en dos y extiende para forrar el fondo de un sartén de 24 centímetros, aproximadamente.
- Coloca la salsa de tomate y el resto de los ingredientes.
- Cocina en la estufa a fuego bajo durante 20 minutos.
- Sirve y disfruta.
