Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet

La sobreprotección es definida por expertos como un exceso de celo en el cuidado de los hijos, al grado de que los padres les ofrecen algo que ni siquiera les han pedido.

Esta puede intervenir en cualquier tipo de situación que se les presente, impedir su aprendizaje y en su correcto desarrollo hacia la madurez.

Muchos padres actúan así en las primeras etapas de vida de los niños y a la mayor parte le cuesta aceptar la necesidad de independencia que forma parte de su crecimiento.

Y sin darse cuenta retrasan su comportamiento psicológico, intelectual y social que a la larga, los convertirá en adultos inseguros, miedosos, estresados y dependientes de los demás

Para evitar estas conductas, toma nota de estos consejos:

• Deja que enfrenten las dificultades, que se adapten al entorno cambiante y que desarrollen sus habilidades por sí solos.
• Permite que respiren y olvídate de estarlos controlando permanentemente o atosigándolos con preguntas y/o preocupaciones por su bienestar y salud.
• Ayuda a que aprendan a pensar por sí solos, a que asuman nuevos retos como practicar un deporte; a que tomen la iniciativa y sus primeras decisiones. Hazles sugerencias, pídeles su opinión y tómalos en cuenta.
• Fomenta su juego o que realicen actividades con otros niños sin la presencia constante de adultos.
• No les des todo lo que pidan o todo lo que crees que necesitan. Muéstrales el valor del esfuerzo y las enseñanzas que dan las dificultades y la frustración.
• Acompaña a tus hijos cuando necesiten tu apoyo, no para solucionar sus problemas o realizar sus tareas.
• Dales la oportunidad de establecer lazos afectivos con otros familiares como sus abuelos, tíos y primos, así se ‘independizarán’ un poco.
• Trata a tus hijos según su edad, por ejemplo, permite que coman o se vistan solo cuando sean capaces de hacerlo.