Por Marisol Rodríguez
Después del intenso verano, el otoño hace su aparición y trae consigo muchos cambios: las hojas de los árboles se caen, las horas de luz disminuyen y los días se vuelven más cortos, frescos y lluviosos.
Ante ello, puede aparecer la famosa astenia otoñal, un trastorno que provoca que las personas se sientan cansadas, tristes, apáticas, con sueño y dificultad para concentrarse.
Lo anterior se debe a una mala adaptación del organismo a los cambios estacionales, por ello, es importante darle alimentos que lo mantengan lleno de energía y con las defensas arriba.
Te decimos cuáles son los imprescindibles de tu dieta, toma nota y que no falten en tu lista la próxima vez que visites el supermercado.
Calabaza
Es el alimento estrella del otoño, destaca por su suave sabor y fina textura que lo convierte en el protagonista de sopas, cremas, purés y demás. La calabaza es rica en vitamina A y ácidos grasos Omega 3.
Frutos secos
Avellanas, almendras y nueces aportan una gran cantidad de hierro, fósforo, vitaminas y nutrientes; consume unas cuantas piezas -recuerda que su aporte calórico es alto- como colación entre comidas o para acompañar tus recetas.
Legumbres
Las lentejas, los garbanzos y ejotes son un básico de tus platillos de otoño, ya que son alimentos muy completos y sanos.
Pasas y dátiles
Ambos son excelentes para depurar el organismo y contienen una alta cantidad de antioxidantes que benefician a la piel y cabello.
Lechuga
Rica en antioxidantes, también es una gran aliada si quieres perder peso, ya que apenas tiene calorías; consúmela en ensaladas.
Espinacas
Son saciantes y su aporte calórico es súper bajo, además de que alivian el estreñimiento, aportan hierro y facilitan el tránsito de los alimentos.
Champiñones
Esta es su temporada, así que aprovecha y obtén todos sus beneficios al ser altos en proteínas, ricos en hierro, fósforo, potasio y minerales. Son ideales para aumentar las defensas y proteger al sistema inmunológico.
Uvas
Es una de las frutas más recomendadas en esta época del año por su cantidad de antioxidantes y riqueza en ácido fólico. Previenen enfermedades cardiovasculares, mejoran la digestión y evitan infecciones.
Pescados azules
El salmón y las sardinas son algunos de los que debes incluir en tu dieta porque son ricos en Omega 3, minerales, antioxidantes, vitamina B y C. Ayudan a mantener los huesos fuertes y previenen problemas del sistema nervioso.