Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
¿Sientes que te invade una enorme ansiedad por comer algo dulce? Lo anterior tiene una respuesta: tu cuerpo necesita glucosa para funcionar y cuando los niveles del azúcar en la sangre son bajos, este busca alimentos que lo ayuden a recuperar la energía y mantener sus funciones vitales.
El problema es que en vez de consumir alimentos como las frutas que aportan glucosa de forma natural, optamos por los chocolates, caramelos y bollería industrial.
Y la ingesta excesiva de estos, hace que los niveles de dopamina en el cerebro aumenten, generando una sensación de bienestar que se convierte en una conducta repetitiva con antojos frecuentes y en cantidades mayores.
Si es tu caso, es momento de controlar la cantidad de dulces que comes para evitar problemas futuros de diabetes, cardiovasculares y sobrepeso, entre otros.
¡Tu puedes!
Ocupa la mente
El aburrimiento te puede causar ansiedad por comer dulces, así que para no caer en la tentación, ocupa tu mente con algún pasatiempo como leer un libro, ver una película, salir a caminar o pintar.
Conoce tus emociones
Es importante identificar las emociones que están detrás de la ‘necesidad’ de comer una rebanada de pastel o un chocolate, pregúntate qué lo provoca o si no te has saciado ya con tu comida anterior.
Haz ejercicio
Además de quemar calorías y ayudar a que tu cuerpo esté sano, el ejercicio te ayudará a aumentar el estado de ánimo y a tomar mejores decisiones, por ejemplo, optar por una manzana antes que por un pastelito.
Olvídate de las dietas estrictas
Si se eliminan por completo los carbohidratos, en unas semanas se puede dar el famoso atracón de todos esos alimentos ‘prohibidos’; lo mejor es llevar una dieta sana y equilibrada, supervisada por un nutriólogo.
Aleja la tentación
Una buena solución para evitar la ansiedad por comer dulces es no tenerlos en casa, ya que de lo contrario terminarás por ir a buscarlos en esos lapsos de aburrimiento que ya mencionamos.
Cinco comidas al día
Al comer en periodos de más o menos tres horas será más fácil controlar los impulsos por ingerir alimentos que no son muy sanos; la clave es saciarse por la mañana y mediodía, ya que así tu cuerpo tendrá las reservas de energía que requiere y no tendrá ansiedad por los dulces. No olvides beber agua constantemente.
Dulces naturales
Si ninguno de los consejos anteriores te funcionan, cambia los dulces refinados por naturales como el chocolate con más del 85% de cacao, frutos secos, fruta deshidratada y entera.
Cepíllate los dientes
Al hacerlo después de cada comida, sobre todo si es pasta con menta, tu boca se sentirá fresca con un sabor dulzón y al igual que pasa con el resto de alimentos, los dulces se volverán menos apetecibles.