Por Marisol Rodríguez
Pequeños, de un azul intenso y llenos de sabor, los arándanos ocupan un lugar especial en el grupo de los famosos frutos rojos.
Este superalimento destaca por su alto contenido de nutrientes, fibra, vitaminas y antioxidantes que lo convierten en un aliado de la salud.
La nutrióloga Amy Tejeda nos comparte por qué incluirlos en tu dieta diaria puede marcar una diferencia.
Pequeño fruto, grandes beneficios
Consumir arándanos regularmente aporta propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, un efecto inmunomodulador y beneficios en la microbiota intestinal.
Antioxidantes poderosos
En los arándanos existen compuestos fenólicos que son considerados antioxidantes como los flavonoides, específicamente los flavonoles quercetina, antocianinas y proantocianidinas; además, contienen vitaminas antioxidantes como la C, K y E.
“Los antioxidantes pueden eliminar o reducir radicales libres que generan estrés oxidativo en el organismo, que es causante de la inflamación crónica del organismo y desencadenante de diferentes enfermedades”, comenta.

Salud cardiovascular y cerebral
Tejeda menciona que los nutrientes antioxidantes como las vitaminas C y los flavonoides “mejoran la función endotelial, teniendo un efecto positivo en la presión arterial, niveles lipídicos y marcadores pro inflamatorios, beneficiosos para la salud cardiovascular”.
En cuanto a la parte cerebral, agrega que contribuyen a mejorar la neuroinflamación y la función cognitiva, lo que ayuda a mantener la mente activa y saludable.
Aliados del sistema inmunológico
Una alimentación rica en vitaminas y antioxidantes, juega un papel clave en la respuesta inmunológica del organismo y la prevención de enfermedades respiratorias.

“El consumo de alimentos ricos en antioxidantes y fibra como los arándanos, mejora la diversidad de la microbiota intestinal, promoviendo que las bacterias benéficas se multipliquen y fortalezcan las defensas”, señala.
La cantidad perfecta
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda consumir al menos 5 tazas de frutas y vegetales al día. Dentro de esta cantidad, incluir los arándanos es una gran opción para aprovechar sus beneficios.
¿Frescos, congelados o deshidratados?
La nutrióloga asegura que “los mejores efectos antioxidantes van a ser con arándanos frescos o congelados, para aprovechar mejor los nutrientes”.
Existen varias opciones para incluirlos en tu dieta: licuados, desayunos como hot cakes o pan francés. También son ideales como snack, combinados con yogur para obtener el beneficio de los probióticos y en las comidas fuertes, en ensaladas junto con vegetales frescos para un toque dulce y saludable.