Por Marisol Rodríguez
Extra dulce, esponjoso y elaborado con infinidad de ingredientes, el muffin es un manjar que deleita el paladar.
Cocinado al horno, este se caracteriza por su sabe cilíndrica y una superficie más ancha, con forma de hongo.
Para celebrar su día, el 20 de febrero, te contamos cinco datos sobre esta deliciosa creación de la repostería.
- Su origen se remonta al siglo XVIII en Londres, Inglaterra, donde existen referencias en recetarios de 1703.
- El nombre proviene de la palabra moofin, una adaptación del vocablo francés moufflet que significa pan suave.
- Su auge comenzó en el siglo XIX, cuando desembarcaron en Estados Unidos y comenzaron a comercializarse en cafeterías y pastelerías.
- Los ingredientes base del muffin son harina de trigo, huevo, aceite vegetal, leche de vaca, polvos de hornear, esencia (vainilla es la más utilizada) y azúcar.
- Existen dos tipos de muffin: el estadounidense y el inglés. El primero se elabora en un molde y tiene diversos sabores y rellenos, tanto dulces como salados. El segundo, es aplanado por ambos lados y se consume solo o en bocadillos a la hora del té.