Cuando sobrepasa los niveles “normales” puede significar un serio trastorno patológico que provoca un malestar, afectando tanto al plano físico, como al psicológico y conductual.
¿Cómo detectarla?
La psicóloga Betsabé Ruizesparza Flores nos ayuda a detectar la ansiedad patológica, “aquella que llega a paralizar al individuo o a incapacitarlo en las actividades de la vida diaria”.
Para esto clasifica los síntomas de la siguiente manera:
• Biológicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, “nudo” en el estómago, alteraciones de la alimentación, tensión y rigidez muscular, además de cansancio, hormigueo, sensación de mareo, inestabilidad e insomnio.
• Psicológicos: Inquietud, sensación de peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, sensación de vacío, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre y dificultad para tomar decisiones. En casos más extremos, temor a la muerte, a la locura o al suicidio.
• Sociales: Irritabilidad, retraimiento, dificultades para iniciar o seguir una conversación, verborrea (en algunos), bloqueo mental o quedarse en blanco a la hora de preguntar o responder, dificultades para expresar opiniones, hacer valer los propios derechos y temor excesivo a posibles conflictos.
• Conductuales: Torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo, e incluso tensión en la mandíbula.
Es importante aclarar que no todas las personas presentan los mismos síntomas, sin embargo todas refieren tener una sensación de ahogo y angustia.
A la pregunta “¿cómo se puede prevenir la ansiedad?”, la psicóloga responde que “en la sociedad actual, llevamos un ritmo de vida acelerado y en muchas de las ocasiones caemos en trastornos de este tipo sin saber que los padecemos”, por lo que en psicoterapia se recomienda:
- Aumentar la inteligencia emocional
- Conocimiento sobre salud mental
- Si sientes que tienes algunos de los síntomas antes mencionados, busca ayuda con profesionales de la salud mental, ya sea psicoterapeuta o psiquiatra para una valoración eficaz.
- Realizar ejercicio, desde andar en bicicleta hasta practicar yoga
- Aprende a disfrutar de tu tiempo libre. Si te lo permites, tendrás una sensación de bienestar y sentirás como fluye tu respiración
- Lleva una higiene del sueño, esto quiere decir que si no descansas lo necesario, más el estrés del día a día, serás propenso a padecer ansiedad
- Por último, aprende a conocerte y a reconocer los síntomas, ya que en algunas ocasiones el tratamiento de la ansiedad patológica no es únicamente la psicoterapia sino también medicamento psiquiátrico como ansiolíticos o antidepresivos, los cuales te ayudarán a aumentar los niveles de serotonina.
Recuerda que…
Vivir con ansiedad es sentir que estar atrapado en un pequeño cuarto sin salida, sin oxígeno y con el miedo de nunca poder salir, el primer paso es aceptar que algo sucede contigo y buscar ayuda. ¡Es curable!.