26 abril, 2024

Para evitar la aparición de arrugas debemos hidratarnos tanto por dentro como por fuera, evitar la exposición al sol y cuidar nuestra alimentación. Una sesión de gimnasia facial también ayudará a retrasarlas.

Entre los veintitantos y los treintaitantos suelen aparecer las primeras arrugas en el rostro: en la frente, debajo de los ojos, encima de los labios, en los laterales, etc. Empiezan discretamente, pero cuesta aceptar que nos están saliendo las primeras arrugas, especialmente porque todavía somos jóvenes.

En este artículo compartimos los tips fundamentales para prevenir y combatir las primeras arrugas, para lucir un rostro joven y radiante por más tiempo.


Masajea tu rostro

Nuestro rostro sufre las tensiones diarias, consecuencia del estrés, el exceso de trabajo, las preocupaciones, los disgustos, las discusiones, etc. Del mismo modo que padecemos contracturas en la espalda o dolores en las articulaciones, también los músculos de nuestro rostro se ponen rígidos. Esto a la larga causa la aparición de las primeras arrugas. Por ejemplo, quienes suelen estar con el ceño fruncido pueden ver aparecer arrugar prematuras en el entrecejo. Por eso es importante darnos cuenta de esos gestos que hacemos habitualmente para dejar de hacerlos.

Pero si no nos hemos dado cuenta, cada noche podemos realizarnos un automasaje en la cara y el cuello, con suavidad pero con firmeza:

• Alisamiento de la frente

• Masaje alrededor de los ojos con suavidad

• La punta de la nariz

• Los labios y también encima y debajo

• Círculos en las mejillas

• Cutis WildBeauty


Haz muecas

Otra manera de evitar las arrugas que aparecen por culpa de los gestos que repetimos cada día es precisamente dedicar unos instantes en diferentes momentos del día, justo cuando notemos esos gestos u otras tensiones en la cara (los ojos, la mandíbula, etc.), a realizar todo tipo de muecas. Basta con aprovechar un par de minutos que vayamos al baño para hacer como si fuéramos niños y realizar con la cara todas las muecas que se nos ocurran.

Por ejemplo:

• Abrir y mover la boca, sacando la lengua

• Abrir y cerrar los ojos, mirar hacia todos los lados

• Hinchar las mejillas

• Mover la lengua por dentro de la boca

• Mover la nariz

• Arrugar y relajar la frente

*Lejos de hacernos arrugas, este sencillo y divertido ejercicio nos relajará la cara de inmediato. Incluso lucirá relajada y sonrosada al momento


Nútrete con aceites

Las arrugas aparecen en pieles desnutridas, a las cuales les faltan vitaminas y minerales. Aunque estos los conseguiremos con una buena alimentación, desde fuera también podemos aportar muchos nutrientes aplicando los hidratantes más naturales y efectivos que tenemos: los aceites vegetales. Según nuestra piel elegiremos unos u otros. Recomendamos algunos de los más conocidos:

• Para pieles grasas: aceite de coco

• Para pieles mixtas: aceite de jojoba

• Para pieles secas y maduras: aceite de rosa mosqueta

*Podemos aprovechar y darnos el masaje facial que comentábamos con estos aceites, para que la piel los absorba bien y de paso relajemos completamente nuestro rostro


Protégete del sol

El sol de primera o última hora, tomado a ratitos, es muy beneficioso para nuestro cutis y nuestra salud en general. El problema es que solemos tomarlo agresivamente, a las horas de más radiación y demasiado tiempo seguido. En estos casos protegeremos siempre nuestra cara con un gorro y la protección solar adecuada.

Las pieles que han abusado del sol tienen un bronceado que no es bonito y además suelen verse apagadas, desvitalizadas.


Hidrátate

La piel también se deshidrata, y de hecho es una de las cosas que más notamos si bebemos más o menos agua. Lo ideal sería beber entre litro y medio y dos litros de agua diariamente, pero siempre fuera de las comidas, ya que si no no cuenta y además podría dificultar la digestión.


Aliméntate sanamente

Finalmente lo más importante: la alimentación. La alimentación es la que nutre nuestra piel desde dentro.

Primeramente hay alimentos que nos desnutren y que deberíamos reducir lo máximo posible:

• Azúcares y edulcorantes

• Fritos y aceites refinados

• Harinas refinadas

• Aditivos artificiales

• Carne roja y embutidos

En cambio aumentaremos el consumo de los siguientes alimentos:

• Aceites vegetales de primera presión en frío: oliva, coco, lino, germen de trigo, sésamo

• Frutas y verduras, crudas (ensaladas y jugos) y cocinadas

• Cereal integral

• Legumbres

• Frutos secos y semillas

• Carne, pescado y huevo de buena calidad

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