El estrés es una reacción fisiológica del organismo ante situaciones que percibe como amenazantes, agobiantes o que requieren una demanda incrementada de energía. Es una reacción natural de adaptación del organismo que puede resultar estimulante en los casos en los que dura poco tiempo. Sin embargo, las investigaciones revelan que el estrés continuado puede perjudicar a nuestro organismo, influyendo en el desarrollo de enfermedades cardiacas, depresión y obesidad.
Hay alimentos que, por las sustancias que contienen, ayudan a equilibrar los síntomas fisiológicos y psíquicos que nos produce el estrés. Estos son algunos ejemplos:
Vitamina C: los niveles de adrenalina aumentan durante periodos largos de estrés, por lo que necesitamos un aporte extra, que además va a reforzar nuestro sistema inmunológico. Los cítricos, frutas del bosque, pimientos, tomate, perejil y espinacas nos van a dar un buen aporte de vitamina C.
Vitamina B5, B6, B12: las vitaminas del grupo B tienen gran cantidad de funciones que se relacionan con el buen funcionamiento del metabolismo y del sistema nervioso. Los alimentos que contienen estas vitaminas son los cereales integrales, la levadura de cerveza, las legumbres, los frutos secos, la carne blanca (por ejemplo, el pollo), el pescado y los huevos.
Triptófano: es un aminoácido esencial para liberar la producción de serotonina, que regula el sueño y el estado de ánimo para controlar el estrés. El pollo, plátano, tofu, nueces, pescado y aguacate son ricos en triptófano
Omega 3 (DHA, EPA): es un aliado para disminuir la presencia en nuestro organismo de la hormona del estrés. Los alimentos fuente de omega 3 son el pescado azul (sardinas, salmón, atún), las nueces y las algas.
Fibra: el estrés puede afectar a nuestro sistema digestivo, por lo que es necesaria la ingesta de fibra para mejorar el funcionamiento del intestino. La podemos encontrar en las legumbres, cereales integrales, frutos secos y verduras.
Probióticos: es importante mantener el equilibrio en la flora intestinal, que normalmente queda afectada por el estrés. Los probióticos, además de ayudar en este sentido, reducen la actividad emocional del cerebro, lo que beneficia en casos de estrés. Los yogures descremados son el alimento más adecuado.