Quien tiene la capacidad de transmitir sus conocimientos a otra persona, ¿es digno de llamarse maestro? La respuesta es no. La manera en que se enseña a alguien más, es tan importante como el conocimiento mismo, ya que la forma de comunicarlo, influirá enormemente en el desenvolvimiento dentro de un grupo, trabajo o en el propio núcleo familiar.  

“Un gran poder, trae consigo una enorme responsabilidad”, ya lo dijo un superhéroe conocido por todos; es por esto que la labor docente es sumamente esencial en la formación de una sociedad. Los educadores forman a seres capaces de pensar y actuar, aunque no lo hace solos, padres de familia y directivos están involucrados, tienen un peso gigantesco al estar frente a un grupo en un aula escolar, sin importar si los estudiantes son de preescolar o de alguna universidad.

En algunas partes del mundo, la docencia está ligada a un gran respeto y admiración por parte de toda la sociedad. Se sabe que existen países asiáticos donde el máximo dirigente alaba el trabajo de un maestro escolar por encima de otros que pudieran considerarse más importantes. Cuestión de perspectiva cultural.

Las escuelas en México están en constante evolución, algunos expertos hablan sobre un retroceso en la educación, otros más dicen lo contrario; lo que si es una realidad es que al maestro le han quitado responsabilidades que anteriormente recaían sobre él, y que hoy han sido trasladadas a las partes que siempre debieron tenerlas, es decir, el docente se ocupaba de ‘educar’ en todos los ámbitos al alumno (valores, conducta, académico, deportivo, etcétera), pero actualmente, esas obligaciones son puestas en un porcentaje equitativo en la familia (socioemocional).

Al maestro se le juzga por no educar a los hijos de otros —pensamiento de antes—, sin saber que el deber de inculcar valores como el respeto, la tolerancia, empatía y demás, es una obligación del padre de familia, no del docente; el maestro únicamente complementa y resalta las aptitudes positivas del estudiante, indicando a la institución si el niño o joven tiene conductas erróneas que afecte su desempeño o la práctica de los demás. 

La vocación docente no es para todos, a pesar de los estudios y preparación; porque enseñar debe ser un placer para quien lo hace. El educador no sólo tiene hijos en casa, sino que los tiene también en el aula, se preocupa por ellos y realiza las adecuaciones necesarias para que aprendan lo esperado por la sociedad, y no únicamente lo meramente académico. La contextualización es un requisito hoy en día para el maestro.

Aunque no es el mes de mayo, donde se celebra en aquel mes el día del maestro, es importante reconocer a esas personas que día con día tratan de dar lo mejor de sí para el futuro de nuestra sociedad. Y como de maestros se trata esto, he aquí 5 maestros (reales y de ficción) que sobresalen por sus métodos: 

• Señor Miyagi. Fue un maestro de karate ficticio representado por el actor Pat Morita.​ Él es el mentor de los personajes Daniel Larusso y Julie Pierce en las películas Karate Kid.
• Peter Tabichi. Es un monje franciscano, ha sido elogiado en los últimos años por los grandes aportes que ha hecho en escuelas de escasos o, incluso, nulos recursos en zona rurales de su natal Kenia.
• Aristóteles. Es considerado junto a Platón, el padre de la filosofía occidental. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.​​​
• Albus Dumbledore. Es un personaje de la saga de Harry Potter, creado por la escritora británica J. K. Rowling.
• Justo Sierra. Fue un escritor, historiador, periodista, poeta, político y filósofo mexicano, discípulo de Ignacio Manuel Altamirano. Fue decidido promotor de la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy Universidad Nacional Autónoma de México.

Por Carlos A. Rodríguez / profecarlos013@gmail.com